A pesar de que el proyecto se presentó públicamente en Tarifa (enero 2008) pocos días antes de expirar el plazo de alegaciones, asociaciones, partidos y vecinos de Tarifa presentaron multitud de alegaciones que recogían razones medioambientales y patrimoniales así como sociales contrarias al proyecto de ampliación del puerto:
• Pretende ocupar toda la costa mediterránea de la ciudad por lo que desaparecería el Paseo del Miramar, La Caleta y La Playa Chica. Supondría la destrucción irreversible del biotopo, afectando al Parque Natural del Estrecho y a La Isla de las Palomas, que se verían perjudicados por el aumento de la contaminación, por los sedimentos durante las obras y por la alteración de corrientes que nutren a las numerosas colonias de especies allí asentadas. Además de amenazar al patrimonio histórico, por el paso de tráfico pesado junto a las Murallas medievales.
• Perjudica a sectores económicos tradicionales como el de la actividad pesquera y la almadraba, y a otros modelos productivos más vinculados al sector turístico y respetuosos con el entorno natural. Éstos son potencial de un futuro sostenible que apueste por la conservación medioambiental y patrimonial para el desarrollo económico del territorio.
En suma, un proyecto que transformaría negativamente a Tarifa, pues la convertiría en una ciudad portuaria en primera línea de frontera, sin que suponga una aportación sustancial a las necesidades de la población. Básicamente, la ampliación supone el beneficio privado de sus promotores en perjuicio del interés general.
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firma de alegaciones
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